Gente

jueves, 24 de marzo de 2011

Muchas personas creen que es fácil amar y que solo necesitan encontrar a alguien quien amar. Peor aún, piensan que el problema está fuera y que lo que necesitan, es hallar a alguien que los ame.
El amor, siendo algo tan importante, pensamos que hay que dejarlo a la deriva, que ya se aparecerá el hombre o la mujer de mi vida.
Lo curioso, es que no operamos de la misma forma en otros ámbitos.
Por ejemplo, si quieres ser el mejor estudiante de tu clase, sabes que no lo dejas a la deriva. Cuestionas, investigas y pruebas formas de estudio para aprender y ser el mejor.
Si quieres ser el mejor bailarín, tienes que experimentar, equivocarte muchas veces y quedarte con tus mejores pasos.
Y en el amor, que es la meta que muchos anhelamos, creemos que solo debemos acostarnos en la hamaca y mecernos. El amor llegará solito.
En el amor, primero tienes que comprender los principios básicos y la naturaleza humana.
Debes empezar por ti. Muchas veces juzgas a tus candidatos o parejas, por lo que has observado en tu familia. Si tienes una baja autoestima, producto de la falta de atención de tus padres desde la niñez, vas a ir a una relación con la etiqueta de que no mereces ser amada, inconscientemente te saboteas, y cuando un hombre te trata bien, piensas que tiene muy mal gusto por haberte elegido ¡y lo acabas dejando! También, la falta de autoestima, hace que no desees pelear con tu pareja.
Te guste o no, los problemas son la sal de la vida. Si no hay diferencias y diálogo, tu pareja se aburre, no encuentra ninguna emoción en ti, ya que a todo dices “sí” y se va ¡pero si yo le aguantaba todo! me vas a decir. No debes hacerlo. Tu pareja te hubiera agradecido más que le dijeras lo que no te gustaba de la relación.
Por eso, debes ir al encuentro del amor con total apertura ante la vida. Debes liberarte de las cadenas de las experiencias del ayer. Porque si juzgas con los ojos del pasado a tus parejas, no te permitirán apreciar la gran oportunidad que tienes en estos momentos ante ti.
Dicen que, de vez en cuando, pasa un centímetro cúbico de la suerte delante de nosotros. Que debemos estar alerta para que, cuando este aparezca justo delante de nuestros ojos, atraparlo y no dejarlo ir.

3 comentarios:

  1. Qué lindo :), saludos!

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  2. ¿Si te digo que me ha encantado tu texto te lo crees? Pues que sepas que sí,es precioso *_* Deberás (:Te sigo guapísima muchos besitos & abrazos ¿Me sigues? (:

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  3. me gusta tu blog te sigo , que razon tienes:))

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